¿De qué colores pinto mi casa para crear armonía? La cromoterapia consiste en aprender a usar terapéuticamente los colores. Cada color tiene unas características y propiedades curativas concretas que lo hacen ideal para cada persona y cada circunstancia. Explicamos las propiedades de cada color y cómo podemos usarlos positivamente en nuestro hogar para sacar el máximo provecho a cada habitación. Primero sepamos las propiedades de los colores: Blanco: El color neutral, transmite pureza y luminosidad. Amarillo: Un color muy limpiador y equilibrante. Ideal para potenciar el trabajo intelectual, ya que facilita la concentración y mejora los reflejos. También tiene efectos antidepresivos y está relacionado con el aparato digestivo. Naranja: El color que potencia la creatividad, la extroversión y el optimismo. Es un color muy energético y que aporta calor, lo cual lo convierte en un buen color para espacios demasiado fríos. También se recomienda para aumentar la líbido. Rojo: El color más estimulante y energético, potenciador de la circulación sanguínea. Es ideal en casos de apatía, anemia, frío, problemas de frigidez y esterilidad o hipotensión. Muy positivo si se usa correctamente, pero también puede ser muy perjudicial si lo usamos en el lugar incorrecto, ya que también puede aumentar la agresividad y la irritación, o empeorar casos de inflamaciones y dolor. Azul: Al contrario que el rojo, el azul es un color relajante y refrescante, muy adecuado para habitaciones demasiado calurosas.. Es un color espiritual y antiinflamatorio. Verde: El color de la naturaleza es el más equilibrante, aportándonos armonía. Potencia la regeneración celular y nos ayuda a combatir el estrés y el cansancio. Además, es el color del hígado. Turquesa: Esta combinación de azul y verde nos ayuda a reforzar el sistema inmunológico y aporta serenidad familiar. Violeta: Es el color más espiritual, que aumenta la intuición. También tiene efectos relajantes, gracias a su contenido en azul. La temperatura de los colores Algunos colores aportan calidez y otros refrescan. Colores fríos: azul, violeta, verde. Colores cálidos: amarillo, naranja, rojo. Esto lo tendremos en cuenta a la hora de decidirnos por un color u otro a la hora de pintar una habitación. Si esta ya está pintada, podemos darle el frescor o la calidez usando cortinas, lámparas, sofás, cojines y alfombras del color escogido. El dormitorio El color del dormitorio es importantísimo, pues en él pasamos muchas horas diarias. El color debe tener dos objetivos principales: Promover la relajación y el descanso Ayudar a equilibrar la relación de la pareja En general priorizaremos los colores refrescantes, aunque siempre tendremos en cuenta la personalidad de cada uno. A pesar de que el rojo es el color de la sensualidad, evitaremos pintar las paredes de este color ya que puede promover las discusiones. En cambio, optaremos por tonos suaves como el violeta o el azul, ambos muy relajantes, y podremos poner algunos detalles decorativos de otros colores según los efectos que queramos potenciar. Por ejemplo, si la pareja sufre problemas de frigidez optaremos por las paredes violetas y la decoración naranja o roja. El despacho En el lugar de trabajo nos interesa, en general, potenciar la creatividad y el intelecto. Los dos colores más adecuados serán, en este caso, el amarillo y el naranja. Sí, en cambio, es un trabajo demasiado estresante, optaremos por colores menos estimulantes y más equilibrantes, como por ejemplo el verde. El verde también lo podemos aportar añadiendo plantas en la estancia. El salón En el salón las familias comparten habitualmente, es un espacio de reunión, por lo que se recomiendan colores cálidos. También en este caso, según la personalidad de los familiares, añadiremos elementos decorativos de otros colores. Cocina En la cocina tenemos que buscar el equilibrio de colores estimulantes y relajantes. Los toques naranjas, por ejemplo, nos ayudarán a tener una actitud creativa, vital y optimista a la hroa de cocinar. Pero no la pintaremos de un único color estimulante, sino que intentaremos combinar los muebles y las paredes para que también sea un espacio relajante. El blanco podría ser también uno de los colores, ya que es importante que la cocina transmita también limpieza. Baño En el caso de los baños también podemos combinar colores vivos y suaves, aunque un baño también podría ser todo blanco con elementos decorativos más vistosos. ¡Un fuerte abrazo para tod@s de Helen!