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Amor en evolución: Descubriendo las fases del corazón”

Erich Fromm fue uno de los primeros en afirmar que el amor también se aprende. No basta con sentirlo, sino que además requiere una suerte de “alfabetización” para que tome forma. De ahí que haya personas que saben amar a su pareja y otras que aman mucho, pero no saben hacerlo.

No se trata de un simple juego de palabras. Las personas que saben amar a su pareja logran construir relaciones más fuertes y duraderas. Quienes simplemente sienten, aunque sea muy intensamente, a veces no logran que las cosas funcionen. Olvidan que no todo tiene que ver con el sentimiento ni con ellos mismos, sino también con el criterio y la escucha al otro.

Las personas que saben amar a su pareja están en la capacidad de confiar, compartir, dialogar, respetar y ser pacientes con quien aman.

El amor se aprende, exige voluntad y conciencia para que sea perdurable y enriquecedor.

Pero vamos a definir: ¿Qué es el amor?

De manera muy básica, podemos decir que el amor es un sentimiento de afecto que hace que nos inclinemos y entreguemos a alguien o algo.

Sin embargo, el amor no se queda solo en la expresión afectiva, es también una actitud ante la vida, los demás y nosotros mismos. En su libro El arte de amar (1956), Erich Fromm nos dice que «el amor es una acción, la práctica de un poder humano, que solo puede realizarse en la libertad y jamás como resultado de una compulsión».

En el amor, las personas existimos, nos reconocemos a través de la validación que hacemos del otro y ese reconocimiento nos da la posibilidad de ser auténticos, así lo describe Bismarck Pinto en su libro Psicología del amor (2012) . El amor no es algo que se tiene o posee, es algo que se es y que deviene en libertad. En él no hay posesión ni sometimiento, solo libertad.

Características del amor

Podemos identificar cuatro características esenciales del amor:

  • El cuidado: implica ocuparse del ser amado, estar atento e interesado en su bienestar. Es la preocupación por la vida y el crecimiento de la persona amada. Cuidar no es sobreproteger o hacer todo por esa persona, es más bien valorar y querer que esa persona esté bien.

  • La responsabilidad: es la respuesta a las necesidades, expresadas o no, de la otra persona. No es cumplir con el deber, es actuar, dar y responder a ese otro al que estamos unidos.

  • Respeto: es ver a una persona tal como es, aceptar y ser consciente de su individualidad. El respeto conlleva una preocupación genuina por el crecimiento de la otra persona y el deseo de que se desarrolle tal cual es por sí misma.

  • Conocimiento: es acercarse desde la aceptación al mundo interior del otro, con el fin de conocerlo. Es abrirse a la posibilidad de verlo tal como es y de reconocer en él un ser lleno de virtudes y potencialidades.




Estas cuatro características nos hacen ver que amar no es solo una pasión romántica, sino también un preocuparse por el bienestar de la persona amada, responder a sus necesidades, aceptarla tal como es y tratar de conocerla profundamente. Cultivar estos componentes puede ayudarnos a construir relaciones románticas más fuertes y satisfactorias.

Las personas que saben amar a su pareja son conscientes de lo que este sentimiento implica. Por eso, no simplemente lo dejan fluir, sino que lo enriquecen con actitudes y valores.

Estos son los rasgos o características principales que los distinguen.

 

1. Confían

La palabra confianza no siempre es bien comprendida. No tiene que ver con creer ciegamente en el otro, sino con esperar de él lo mejor. Las personas que saben amar a su pareja confían en ella. Piensan que siempre serán capaces de sacar a relucir su mejor versión.

La confianza también se expresa como esa tranquilidad que da el poderse mostrar ante el otro como realmente se es, sin tapujos, ni prevenciones. Se espera del otro que nos acepte y que no ponga en tela de juicio lo que somos, pensamos o decimos.

 

2. Respeto, algo que está en las personas que saben amar a su pareja

No hay amor si no hay respeto. El respeto tiene que ver con la capacidad de aceptar al otro tal y como es. Con el propósito explícito de no hacer o decir algo para cambiarlo, para que deje de ser como es.

Es no caer en el pensamiento de: “Te amo, eres perfecto, ya te cambiaré”, como se titulaba un musical de los años noventa.

Cuando hay respeto, se protege la autonomía propia y la del otro. La pareja tiene su propia vida, su propio mundo y no por el hecho de que haya un vínculo amoroso esto tiene por qué cambiar. Esto también implica tratar al otro con la consideración que merece.


3. Comparten

Las personas que saben amar a su pareja están dispuestas a acompañar y ser acompañados. Le dan un lugar a la persona amada en su tiempo, sus planes y sus actividades. También, por supuesto, en sus sentimientos. Por eso comparten también lo que hay en su mundo interno.

En este punto es importante insistir en la importancia de compartir tiempo de calidad. No es simplemente pasar muchos ratos con el otro. En este caso se trata de momentos que ambos dedican exclusivamente al otro. No importa si hay hijos, un trabajo exigente o compromisos ineludibles. Cuando se ama, siempre se busca un momento para compartir específicamente con la pareja.


4. Dialogan

Las personas que saben amar a su pareja entienden que el diálogo es fundamental para tener una buena relación. El amor está hecho fundamentalmente de conversación. Esto no tiene que ver con el parloteo, sino con la capacidad de expresar genuinamente lo que se piensa, lo que se siente, lo que se sueña, etc.

El diálogo da lugar a un mayor conocimiento y comprensión del otro. Supone la capacidad de comunicar, pero también de escuchar. Es fundamental para conectarse efectivamente con los sentimientos y las necesidades del otro. El diálogo constituye una parte esencial del encuentro subjetivo entre dos personas que se aman.


5. Son pacientes

Podemos amar mucho a una persona, pero es lógico que esa persona no siempre esté sacando a relucir su faceta más simpática o agradable. Hay días en que la pareja está de mal humor, afloran sus inseguridades o se vuelve intransigente frente a algo. En una palabra, la gente no siempre se comporta como desearíamos.

Es en esos momentos, más que en cualquier otro, cuando una persona necesita de la paciencia de su pareja. Nadie se pone molesto o intratable por gusto propio. Simplemente necesita algo de tiempo para procesar una experiencia o una situación que le desborda momentáneamente.

Las personas que saben amar a su pareja entienden que deben trabajar por la relación. Un amor no es un simple asunto de mariposas en el estómago ni de ilusiones románticas. Exige también dedicación, voluntad y buen criterio. Solo así perdura en el tiempo y enriquece la vida.

Hemos de entender también que en la constitución de una pareja hay una serie de etapas por las que todos transitamos y el éxito de la relación, dependerá de que sepamos manejar y transitar por ellas.


Etapas de las relaciones de pareja

La duración de cada etapa varía de una relación a otra y depende del contexto sociohistórico en el que se da el encuentro entre ambas personas. También hay otros factores que inciden de por medio, los cuales pueden reducir, ampliar o trastocar las etapas de las relaciones de pareja.

Por ejemplo, la edad de los integrantes de la pareja regula la duración de la relación, los celos, el apoyo, las interacciones negativas y otras circunstancias que median en el tiempo y la calidad del vínculo amoroso.

También sabemos los terapeutas de parejas, que las experiencias acumuladas en relaciones románticas anteriores, así como el momento de inicio de estas, inciden en el ajuste psicosocial a corto y largo plazo. Dicho ajuste puede tener un papel protagonista en la forma en la que se desenvuelve una relación en el presente. Puedo estar proyectando desconfianza por anteriores vivencias, miedo al control y por ello, ser demasiado susceptible a cualquier pregunta sobre lo que hare o estoy haciendo y si tengo una edad en la que tener hijos es un imperativo, por ejemplo.

Y, por último, los patrones de comunicación, de motivación y de compromiso también entran en juego al momento de hablar de dinámicas amorosas.


1.      Etapa de Enamoramiento

Es una de las etapas de las relaciones de pareja llena de emociones intensas, «mariposas en el estómago» y fuertes deseos de permanecer junto al otro. Esta etapa está asociada con la activación fisiológica y psicológica.

El deseo y la pasión, con o sin actividad sexual, se convierten en sus ingredientes principales, que hacen aflorar una intensa fantasía y creatividad, con la que sorprender a la otra persona.

En el enamoramiento, toda la atención está puesta en los aspectos comunes que comparten los dos individuos. Por tanto, el entendimiento y la comprensión están presentes en sus encuentros, sin percibir apenas los aspectos que los diferencian como personas.

Debido a la magia del momento, y de los encuentros deseados, se tienden a evitar las discusiones y los conflictos. Por lo tanto, el comienzo en las relaciones de pareja es una etapa apasionante de descubrimiento del otro, que querríamos que no se acabase nunca.

Dentro de esta etapa encontramos varios estadios:

  • Fase 1. La atracción sexual. Se podría decir que es la que conocemos como «gustar».

  • Fase 2. Hipervaloración. Es la idealización del otro.

  • Fase 3. Apropiación del otro. Durante esta fase la persona empieza a ser consciente de la posibilidad de incorporar a su vida a la otra persona.

  • Fase 4. Reciprocidad en el enamoramiento. Es una fase en la cual ambas partes sienten una gran felicidad, pues su enamoramiento ha sido correspondido.

  • Fase 5. Final del enamoramiento. El sentimiento de pasión y atracción puramente física empieza a declinar, al igual que la idealización hacia el otro. Se empiezan a reconocer los defectos y carencias del otro.

 

2.      Etapa: El Conocimiento

El enamoramiento da paso al conocimiento más profundo e íntimo de la otra persona. Y al descubrimiento de las diferencias y peculiaridades de ambos.

Cada persona, única y singular, empieza a mostrarse como es, en su totalidad y autonomía. También, empieza a compartir sus experiencias y vivencias personales. Ya no hay tanta idealización, sino que el encuentro comienza a ser más real.

 

3.  Etaoa: Inicio de la relación

Aquí ambos sujetos deciden iniciar una relación estable. Tienen la voluntad de estar juntos y están dispuestos a esforzarse para que la relación funcione. En esta fase, el compromiso es crucial para asegurar el vínculo romántico.

El vínculo afectivo que han estado gestando se fortalece, la relación comienza a ser más íntima y profunda. Aquí es muy importante saber que vinculo sexoafectivo desean los dos. En estos momentos hemos de considerar que hay muchos modelos de pareja incluso dentro de las monógamas. Monógamas o cerradas, no monógamas o abiertas, relaciones hibridas, afines o ensambladas, LAT, poliamorosas, swingers (columpio), anárquicas, a larga distancia, y Flex sexuales. Espero no haberme dejado ninguna.

Durante esta etapa del amor, es común que muchos individuos tomen la decisión de convivir o conformar una familia, ya que se sienten seguras, cuidadas, apreciadas y valoradas. Por lo general, siguen creyendo que la otra persona es «el amor de su vida» y que nada ni nadie logrará separarlos.


3.      Etapa de Convivencia

Tras un periodo de conocimiento, donde la atención ha estado en la proyección de una vida en común, se decide compartir esa vida.

Desde la convivencia y el hogar elegido por ambos, nace un momento en la relación lleno de nuevas experiencias y nuevos desafíos.

Es posible que la actividad sexual descienda, debido a la rutina, las responsabilidades y las cargas. El amor se expresa de otra manera, quizás en forma de apoyo y entendimiento. Pueden surgir diferencias en la forma de resolver los conflictos y será necesaria la búsqueda de acuerdos y negociaciones.

Aunque la convivencia es un gran paso, se debe tener paciencia a la hora de transitar hacia ella, ya que puede tener un impacto desfavorable para el funcionamiento de la relación.


4 Etapa de Decepción

La decepción hace visibles las imperfecciones y los defectos que tiene cada persona en la relación y que no habían sido percibidas en los estadios anteriores. 

Esta etapa puede ocurrir de forma lenta o abrupta. Durante su transcurso, es usual que empiecen a enojarse por nimiedades y que se sientan menos amados o cuidados.

Debido a ello, muchas relaciones terminan y fracasan en esta fase. Es una de las etapas más importantes en el amor, pues permite descubrir la verdadera naturaleza del otro. La visión idealizada e ilusoria va dando paso a una visión más realista y objetiva de la relación.

La decepción es un punto crítico en el que las personas deben definir si aman lo suficiente al otro para aceptarlo completamente tal cual es. Esta etapa pone a prueba el amor que se tiene la pareja y la capacidad de enfrentar la dura realidad de que no todo es como esperan, ni como quieren.


“La decepción es una bendición. Si nunca hubieras estado decepcionado, nunca sabrías lo que es importante para ti”.

-Kamand Kojouri-

 

5. Etapa de Autoafirmación

En esta fase surgen las necesidades individuales, y la defensa de estas. Es el momento de plantearse hacer actividades por separado, respetando el vínculo y compromiso establecido. Pueden surgir conflictos debido a crisis personales no resueltas.

Es como un reencuentro con uno mismo tras haber estado una temporada centrados en el otro y en la relación de pareja. Al surgir de nuevo las necesidades individuales, cada uno decide centrarse en sí mismo, al menos durante algunos momentos.


6. Etapa de Superación de la crisis

En esta etapa del amor, la pareja es capaz de superar las discrepancias que hay entre ellos y construir una relación más estable y auténtica. Las idealizaciones se han eliminado y se aprende a convivir, aceptar y valorar al otro por lo que es.

Si las personas logran aceptar sus diferencias, pueden llegar a nuevos acuerdos y la relación puede continuar. Y cuando lo logran, todo es mucho mejor que antes, porque se dan cuenta de lo que causa dolor y conflicto en la relación y son capaces de abrirse genuinamente y de aceptarse como son.

Al dejar de lado las ilusiones, empiezan a reconocerse como simples seres humanos imperfectos y vulnerables. Al atravesar los retos que la vida les ha impuesto, aprenden a ser una pareja que se entiende y apoya, dando lugar a una relación sana y duradera. Es entonces cuando florece el verdadero amor.


7 .Etapa de Crecimiento

Llegados hasta aquí, la pareja decide profundizar en su relación, que se torna más madura y estable. Es el momento de tomar decisiones que giran en torno a proyectos en común, como tener familia, realizar una inversión en conjunto (la compra de un departamento, un coche y demás) y otros que consoliden aún más la unión.

Es una etapa donde aparece de nuevo la ilusión, la emoción y el entusiasmo por compartir lo que ambos han decidido crear. Por seguir construyendo entre los dos su futuro y proyecto de vida juntos.


8.  Etapa de Adaptación

La vida sigue, y son naturales los cambios, si se adaptan a estos, se consolida y madura la relación. Es un momento para la consolidación o la ruptura, ya que se cuestionan la escala de valores personales y la compartida. Surgen nuevos intereses debido a los cambios, como la independencia de los hijos, la jubilación, enfermedades, etc.

Puede ser una de las etapas de reencuentro, ya que las exigencias, responsabilidades y cargas de la vida son menores, y podemos volver a centrarnos en la pareja, para compartir nuevos proyectos, como fue en el principio de la relación.


Conclusión

Las relaciones de pareja evolucionan a través de diferentes etapas, cada una de ellas con sus propios desafíos. Entender este proceso puede ayudarnos a vivir las fases de la relación con mayor seguridad y tranquilidad. Como ya os he comentado, cada relación es diferente; de manera que también lo es la forma en la que se desarrollan, asimilan y superan estos momentos.

Si tienes un romance, te invitamos a reflexionar sobre las etapas por las que habéis pasado juntos y por la que estáis viviendo ahora.

Recuerda siempre que la comunicación es clave para superar con éxito los desafíos de cada momento.


BIBLIOGRAFIA

 Psicología del amor (2012) Bismarck Pinto

El arte de amar (1956), Erich Fromm 

Mindfulsex, el sexo que revolucionara tu vida. (2023) Dra. Emma Ribas

En India aprendí a amar (2007) Helen Flix


Helen Flix

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