Este blog está en formato audio en la plataforma spotify for podcasters, para escucharla, podéis pinchar en el link https://podcasters.spotify.com/pod/show/helenflix
Las relaciones de pareja son complejas, pero hay ciertas líneas rojas que no se deben cruzar. Si tu pareja te habla mal, es importante tomar medidas para que esto no se trasforme en una costumbre o no escale a otros tipos de maltrato.
Una palabra de desprecio, un insulto o una frase que busca humillarnos duele tanto como un golpe.
Cuanta más cercanía y apego tengamos con alguien, mayor efecto tendrán en nosotros sus palabras. Tanto es así que, en ocasiones, ciertas expresiones o comentarios pueden hacernos daño.
Todos hemos escuchado en alguna ocasión a una persona cercana realizar afirmaciones como “mi pareja me habla mal”, “no tiene en cuenta mis sentimientos” o “no me trata con respeto, ya no sé qué hacer”.
Las consecuencias de vivir durante meses (o años) en un contexto donde son comunes los insultos o vejaciones tienen un serio impacto psicológico.
¿Maltrato verbal o problemas de comunicación?
Un primer aspecto para tener en cuenta es que la percepción acerca de nuestros vínculos más íntimos no siempre es acertada. La vulnerabilidad emocional que supone conectarse a nivel profundo con otro puede llevarnos a percibirnos como víctimas y a etiquetar al otro como verdugo cuando realmente se trata de un problema de comunicación.
Se han descrito seis posibles patrones de comunicación en la pareja relacionados con la satisfacción experimentada por ambos miembros. Algunos de estos estilos comunicativos (como el negativo o el violento) son claramente perjudiciales e implican desprecio, humillaciones y falta de respeto.
Sin embargo, otros como el reservado o evitativo se caracterizan por una comunicación fría y seca que puede generar daño en la pareja, pero que en sí misma no implica agresión.
Esto es especialmente relevante cuando los estilos de comunicación y de afrontamiento de ambos miembros de la pareja son diametralmente opuestos.
Si una de las personas necesita dialogar y expresarse emocionalmente, y la otra opta por la evitación y prefiere tomarse un tiempo a solas, el conflicto está servido.
Con frecuencia, en estas situaciones, la presión de la persona más abierta puede hacer que el otro intente apartarse, escapar. Por esto es imprescindible conocer nuestro propio estilo comunicativo y el de la pareja, para buscar un equilibrio.
Signos de la comunicación agresiva
Ahora bien, con el fin de despejar las dudas sobre si somos víctimas de agresión verbal o no, os explico algunas manifestaciones típicas de la comunicación abusiva:
Emite juicios sobre tu persona sin comprenderte. Como, por ejemplo: “Eres demasiado dramática, todo te afecta” o “Estás exagerando, no es para tanto”, “Siempre mal interpretas mis palabras para atacarme”” siempre piensas de más”
Cualquier intento de conversación termina en gritos y discusiones.
Se burlan de ti.
Se utiliza la ironía y el sarcasmo con el fin de hacer daño y ridiculizarnos delante de los otros.
Se comunica sin empatía. Lo que tú sientes no importa
Te hace sentir culpable.
Su estilo de comunicación busca dominarte e infravalorarte.
El otro siempre reacciona mal ante nuestros puntos de vista u opiniones, te responde con insultos y agresividad.
Este tipo de comunicación no tiene género, pueden utilizarla tanto mujeres como de hombres, lo matizo porque tenemos tendencia a pensar en masculino, pero en las relaciones de pareja los malos tratos verbales y psicológicos también son femeninos.
Este tipo de comunicación no tiene género, pueden utilizarla tanto mujeres como de hombres, lo matizo porque tenemos tendencia a pensar en masculino, pero en las relaciones de pareja los malos tratos verbales y psicológicos también son femeninos.
¿Qué hay detrás de esa comunicación agresiva?
Siempre es adecuado saber qué motiva esa forma de comunicarse de nuestra pareja. Es importante conocer qué hay de fondo en el comportamiento. ¿Está pasando por un momento complicado? ¿No sabe gestionar la ansiedad o el estrés?
No obstante, puede no tratarse de algo puntual. A veces podemos estar ante un estilo de personalidad habituado a este tipo de conducta.
En ocasiones, la agresión verbal y las faltas de respeto son evidentes. Cuando una persona insulta, grita, desprecia o se burla de la otra no hay justificación posible.
Para poder saber que debemos hacer puede resultar útil comprender de dónde surgen esos comportamientos. Por ejemplo, estos pueden deberse a alguna de las siguientes situaciones:
La persona está atravesando una situación personal complicada o estresante y, su incapacidad para gestionar las emociones le lleva a reaccionar de forma inadecuada con el otro.
La pareja está inmersa en una dinámica de comunicación negativa en la que ambos participan. Las faltas de respeto son mutuas y el proceso va escalando.
La persona muestra un patrón de personalidad marcado por la agresividad, la dominación o la falta de empatía que se mantiene en el tiempo. Esto puede deberse a traumas anteriores y requiere un trabajo psicológico personal.
¿Cómo actuar cuando mi pareja me habla mal?
Trabajos de investigación realizados en Facultades de Psicología nos señalan que una buena comunicación garantiza la satisfacción en la relación.
Ahora bien, aparte del afecto y el buen diálogo necesitamos atender otros factores, como por ejemplo los emocionales.
De este modo, cuando mi pareja me habla mal es esencial no dejarlo pasar y tomar contacto con la autoestima y el equilibrio emocional.
Cualquier pequeña turbación tiene su efecto; surge el dolor, el malestar y la infelicidad. ¿Cómo actuar, entonces, ante estos casos?
Actitud asertiva: lo que espero de ti y lo que no puedo permitir
Cuando mi pareja me habla mal no puedo dejarlo pasar.
En caso de no responder, el abuso se mantendrá e incluso aumentará. Es necesario, por tanto, actuar con asertividad y dejar claros estos aspectos.
Debemos especificar qué palabra, expresión, comentario o conversación nos ha hecho daño. Pediremos que ese tipo de conductas no vuelvan a repetirse, dando ejemplos de lo que esperamos: respeto, comprensión, empatía, complicidad, ser escuchados, poder llegar a acuerdos.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que la comunicación agresiva dentro de una relación suele tener sus escaladas, por lo que debemos estar muy atentos a estas señales. Por lo general, las palabras dañinas empiezan como aparentes bromas o sarcasmos, y una “disculpa” entre risas que manifiesta que no lo decía en serio.
Sin embargo, estas conductas suelen ir tomando fuerza con el tiempo, hasta que de pronto, sin darnos cuenta de cómo llegamos hasta allí, nos hacemos conscientes de que somos víctimas de violencia física y psicológica por parte de nuestra pareja.
De esta forma, recalcamos la importancia de reconocer cualquier señal de maltrato verbal y tomar las acciones adecuadas antes de que sea demasiado tarde.
¿Qué hago si mi pareja me habla mal?
Sean cuales sean los motivos subyacentes, la agresión verbal y las faltas de respeto no son tolerables en el seno de una relación de pareja. Por ello, si te encuentras en esta situación puedes tomar algunas de las siguientes medidas:
Reconoce y acepta lo que está ocurriendo. Este es un primer paso fundamental: has de dejar de justificar o minimizar la gravedad de las conductas de tu pareja. Enfrentar la realidad es doloroso, pero las consecuencias emocionales de seguir permitiéndolo pueden serlo aún más.
Identifica los motivos que pueden estar provocando esa comunicación agresiva ¿está pasando por una situación complicada? ¿no sabe manejar el estrés o ansiedad? ¿es un rasgo de su personalidad? Ya he dicho que siempre es importante conocer que se esconde detrás de este tipo de conductas. Así, sabremos qué tipo de acciones son las más adecuadas para solventar el conflicto.
Exprésate de forma asertiva. Comunícale a la otra persona qué tipo de actitudes y conductas te dañan y qué esperas de la relación. Una buena idea es utilizar palabras o expresiones que no tengan un carácter absoluto o categórico. Además, podemos utilizar expresiones amables y agradecidas, que promuevan la cercanía; por ejemplo “gracias por la sugerencia, pero no pienso igual que tú”, o “disculpa si te molesta lo que voy a decir, pero…”, etc. “Aunque sé que no lo haces con mala intención, me molesta que llegues tarde a las citas. ¿Puedes intentar cambiar esto?”
Sobre el tema de la Asertividad haremos más adelante otro Podcast.
Establece límites. Todos podemos tener un mal día o sentirnos más estresados o irritados en determinados momentos. Sin embargo, hay ciertas líneas rojas que no pueden sobrepasarse en ninguna circunstancia.
Toma decisiones. Cuando ponemos límites hemos de saber que estos han de ir acompañados de consecuencias. Si tu pareja continúa faltándote al respeto aléjate de esa situación y pon fin a la relación.
Tomar una decisión si mi pareja me habla mal
Las malas palabras duelen tanto como un golpe o como una herida. La comunicación agresiva es maltrato psicológico y, por tanto, no podemos ni debemos tolerarlo. En caso de que nuestra pareja no cambie en su actitud y continúe hablándonos mal, debemos optar por una decisión.
Una salida a tiempo de un vínculo que hiere salva la autoestima y la dignidad.
No toleremos lo intolerable. El amor auténtico no duele y, sobre todo, se comunica con respeto haciendo uso de una buena conexión emocional. Tengámoslo en cuenta.
Escógete a ti
Si has llegado al punto de afirmar “mi pareja me habla mal, me falta al respeto y me daña emocionalmente” ya no puedes tomar atajos o seguir evadiendo la situación.
Te encuentras en un punto clave en el que has de elegir y has de tener claro que tú eres la elección acertada.
Terminar con una relación es doloroso: el miedo a la soledad y la sensación de fracaso pueden ser paralizantes, y dar por perdidos los sueños y expectativas construidos en común no es sencillo. Sin embargo, permanecer en un vínculo dañino puede ser devastador a nivel psicológico y emocional. Por ello, escoge amarte, cuidarte y respetarte y no continúes en un lugar donde no se te ofrece lo mismo.
Libros que pueden ayudarnos a entender mejor este tema:
1. CORRIGEME SI ME EQUIVOCO: ESTRATEGIAS DE COMUNICACION PARA MITIGAR LOS CONFLICTOS EN LAS RELACIONES DE PAREJA de GIORGIO NARDONE
2. SLOW LIFE. VIVIR DE FORMA MÁS CONSCIENTE de HELEN FLIX
3. Creciendo Juntos: Superando los retos de ser padres. de Helen Flix
4. Violencia psicológica: las heridas del alma de Ana Martos
5. Los narcisistas y tú, de Júlia Pascual
Películas y series:
Te doy mis ojos (Icíar Bollaín, 2003)
Chicas perdidas (Liz Garbus, 2020)
La habitación (Lenny Abrahamson, 2015) Brie Larson ganó el Oscar a Mejor Actriz por su tremenda interpretación en esta película, en la que se convierte en una mujer que debe sobreponerse a una violencia física y psicológica devastadoras.
Madre! (Darren Aronofsky, 2017) es el retrato de una mujer atrapada en la domesticidad, confinada en su casa y condenada a ser menospreciada por su ególatra marido, que ha reducido su vida a una serie de deberes tradicionalmente femeninos.
Dirigida por Darren Aronofsky, la película sigue a una mujer, Madre (Jennifer Lawrence), que asiste al desmantelamiento progresivo de su hogar cuando su pareja (Javier Bardem) revela sus tendencias más narcisistas y sociópatas
La apariencia de las cosas (Shari Springer Berman y Robert Pulcini, 2021)
Empieza mostrando los aspectos más sutiles de una relación tóxica (comentarios de tortura psicológica por aquí, infidelidades por allá) y acaba en un desenlace más sangriento. Amanda Seyfried
Si deseas saber más sobre mi,
puedes seguirme en:
Facebook Helen Flix y Helen Flix escritora
Instagram @helenflix
YouTube @helenaflix
Espero tus comentarios y peticiones de temas que te interesan.
留言