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"Soltar expectativas: cómo encontrar calma incluso cuando nada sale como esperabas

  • psicosalut
  • 14 abr
  • 3 Min. de lectura



Por Helen Flix, Psicóloga Clínica

Hoy quiero comenzar con una pregunta directa:¿Alguna vez te has sentido decepcionado porque las cosas no salieron como esperabas?

Seguro que sí. Yo también.

Hace un tiempo, tenía en mente un proyecto profesional que me entusiasmaba muchísimo. Había planeado cada paso: los tiempos, los resultados, el equipo… todo tan claro, tan ilusionante. Pero… nada salió como lo imaginé. Pasó el COVID, todo se retrasó, los resultados no llegaron, y sentí una mezcla de frustración, desánimo y hasta culpa, como si todo aquel esfuerzo hubiera sido en vano.

Pero, meses después, las piezas comenzaron a encajar de una forma distinta… inesperada. Y sinceramente, mucho mejor de lo que había previsto.

¿Por qué nos cuesta tanto soltar las expectativas?

Porque cuando nos aferramos a una única manera de que algo suceda, nos limitamos emocionalmente.

No sufrimos porque las cosas no salieron como queríamos…sufrimos porque creíamos que esa era la única forma posible de que fueran buenas.

Una mirada desde la psicología

Nuestro cerebro es una máquina predictiva.Está constantemente tratando de anticipar lo que va a ocurrir para protegernos.Eso es supervivencia. Pero cuando llevamos esa necesidad de control al plano emocional, empezamos a generar expectativas rígidas, y con ellas… llega el sufrimiento.

La incertidumbre activa la amígdala, la parte del cerebro que detecta amenazas.Y para calmar esa ansiedad… construimos escenarios mentales: guiones, historias, futuros que nos dan seguridad.

Pero muchas veces nos apegamos emocionalmente a esos escenarios. Y entonces, si

no se cumplen… sentimos que hemos fracasado.


Recuerda esta frase:

La expectativa no es el problema; el problema es creer que esa es la única forma en que la vida puede ser buena.

¿Cómo distinguir entre una meta sana y una expectativa dañina?

  • Una meta sana depende de tu esfuerzo, tu compromiso, tu acción.

  • Una expectativa rígida depende de factores que no puedes controlar: otras personas, tiempos exactos, reacciones que no dependen de ti.

Ejemplos:

  • Esperar que alguien reaccione como tú quieres.

  • Pensar que una relación va a funcionar solo porque se quieren.

  • Creer que el éxito profesional debe llegar en una fecha concreta.

¿Te suena? Nos pasa a todos.


Ejercicio para detectar expectativas rígidas

Toma una libreta y anota tres situaciones recientes donde sentiste frustración.Luego, pregúntate:¿Tenía yo el control total sobre que eso ocurriera como quería?

Si la respuesta es no… tal vez estabas aferrándote a una expectativa que necesitaba ser soltada.

Y aquí viene lo más hermoso:

Cuando sueltas una expectativa, muchas veces abres espacio para que algo mejor ocurra.


4 herramientas prácticas para soltar expectativas y encontrar calma


1. La mentalidad del "Plan Flexible"

Diseña un plan… pero también un plan B. Incluso un plan C.Desde la adaptabilidad, no desde el miedo.

Cambia la pregunta:

"¿Cómo garantizo que todo salga perfecto?"Por esta:"¿Cómo puedo adaptarme si algo no sale como esperaba?"

Una vez, tuve que cancelar un taller presencial a última hora. Lo convertí en un formato online. ¿El resultado? Personas que jamás habrían podido asistir… lo vivieron intensamente desde casa. Fue incluso mejor de lo que soñé.


2. La técnica del “¿Y qué pasa si…?”

Esta herramienta es poderosa para calmar miedos.

Pregúntate:

  • ¿Y qué pasa si no ocurre como lo planeé?

  • ¿Y si esa respuesta no llega?

  • ¿Y si esta etapa termina diferente a lo previsto?

Explora las respuestas. Sin drama. Con honestidad.Y verás que la mayoría de veces… sí puedes adaptarte.


3. La práctica de la gratitud activa

La gratitud nos ancla al presente.Cada noche, escribe 3 cosas no planeadas que fueron positivas.

Ejemplos:

  • Una conversación inesperada.

  • Una idea nueva.

  • Un cambio de planes que te dio tiempo para ti.

Este hábito transforma la forma en que ves la incertidumbre.

 

4. La metáfora del río

La vida es como un río.Cuando te aferras a una roca —tus expectativas— te desgastas. Luchas.

Pero cuando sueltas… fluyes.Y muchas veces, llegas a lugares más bellos de los que habías planeado.

Soltar no es rendirse. Es confiar en que la vida tiene caminos que aún no conoces.


Para terminar…

Esta semana, obsérvate.Nota cuántas veces piensas: “esto debería haber sido así”.Y cuando lo hagas, cambia la pregunta:

"¿Y si es diferente… y mejor?"

Soltar expectativas no es perder el rumbo.Es abrirnos a la posibilidad de que la vida, en su sabiduría, nos está llevando justo donde necesitamos estar.

Recomendaciones para seguir explorando

"La trampa de la felicidad" – Russ Harris"Cuando digo no, me siento culpable" – Manuel J. Smith"El poder de soltar" – David R. HawkinsComer, rezar, amar (2010) – Julia RobertsLa vida secreta de Walter Mitty (2013) – Ben StillerThis Is Us – Una serie que muestra cómo lo inesperado también puede sanar.

Hasta el próximo artículo… y recuerda:Soltar expectativas no significa renunciar. Significa abrir espacio para lo posible.

 
 
 

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