Mi forma de trabajar se apoya en una visión profundamente humanista: cada persona posee dentro de sí los recursos necesarios para avanzar, aunque a veces no pueda verlos con claridad. Mi papel es acompañarte en ese proceso, generando un espacio seguro, sin juicios, donde puedas sentirte comprendido y a la vez descubrir nuevas maneras de mirar lo que te ocurre.

La herramienta central es la comunicación: un diálogo cercano, estratégico y transformador que abre caminos de comprensión y cambio. No trabajo con un método rígido; integro diferentes enfoques —desde la hipnosis ericksoniana y la psicología junguiana, hasta la terapia cognitivo-conductual, la psicología sistémica y el coaching— para adaptar cada proceso a tu manera de ser, a tu tiempo y al momento vital que atraviesas.

Quienes me conocen suelen destacar que conmigo encuentran confianza, claridad y un espacio de serenidad. Mi objetivo es ayudarte a reconocer, por ti mismo, dónde se encuentra la raíz del conflicto o la salida al bloqueo. Ese descubrimiento, que es tuyo, es lo que abre la puerta a la liberación, la paz y a una forma distinta de relacionarte contigo mismo y con lo que te rodea.